![]() |
Muerte de un ángel |
![]() |
Página oficial: Caveman's Valentine
![]() |
Calificación: **** Género: Drama Duración: 105 minutos |
![]() |
Reparto | Datos técnicos |
Samuel L. Jackson .... Romulus Ledbetter | Dirección: Kasi Lemmons |
Aunjanue Ellis .... Lulu Ledbetter | Guión: George Dawes Green |
Colm Feore .... David Leppenraub | Música: Terence Blanchard |
Ann Magnuson .... Moira Leppenraub | Fotografía: Amelia Vincent |
Damir Andrei .... Arnold | País: USA 2002 |
Tamara Tunie .... Shelia Ledbetter | Distribuidora: Manga Films |
Peter MacNeill .... Lieutenant Detective Jack Cork | |
Jay Rodan .... Joey Peasley | |
Rodney Eastman .... Matthew |
![]() |
![]() |
![]() |
Argumento
Romulus Ledbetter (Samuel L. Jackson),
antiguo músico de orquesta sinfónica y devoto padre
de familia, vive actualmente como un paria en una zona depauperada
a orillas del río Hudson, en Manhattan. Su existencia está
marcada por Cornelius Gould Stuyvesant, un personaje producto de su
propia fantasía. Romulus está obsesionado con la idea
que este poderoso “enemigo” controla todos sus movimientos desde lo
alto del edificio Chrysler de la Gran Manzana. Romulus es arrastrado
de nuevo a la realidad, cuando se ve empujado a encontrar al asesino
del atractivo trotamundos Scotty Gates (Sean MacMahon), cuyo cuerpo
congelado es hallado colgando de un árbol sobre la cueva en
la que habita Romulus. Aunque la policía da carpetazo al caso
sin encontrar un culpable, Ledbetter está convencido que el
joven sin hogar fue asesinado por David Leppenraub (Colm Feore), un
prestigioso fotógrafo artístico para quien el chico
había posado como modelo en varias ocasiones. ¿Pero
quién va a creer los delirios de un paranoico-esquizofrénico
que habita en una cueva? Su hija Lulu (Aunjanue Ellis), oficial de
policía, no; desde luego. Tampoco los refinados amigos de Leppenraub,
pertenecientes a los círculos artísticos de Nueva York.
Solo, acompañado únicamente por las voces que habitan
en su cabeza y sus visiones, Romulus deberá recomponer el complicado
rompecabezas, arriesgando con ello su vida y los últimos retazos
de cordura que le quedan. Y todo ello, para que otra alma perdida
tenga la justicia que se merece. |